¿Cómo puedes asegurarte de que estarás aquí dentro de 20 años?
La mala noticia ya la sabes: no puedes. Hay muchos factores y situaciones que no podemos controlar, pero seguro que se te ocurren varias ideas para tratar de que la fuerza te acompañe durante muchos años. Una de ellas es la dupla de las modelos: dormir 8 horas y beber dos litros de agua para tener la carita de Gisele Bündchen. Pero se puede hacer mucho más con una dieta saludable y un buen plan de entrenamiento fitness. Se sabe.
Nos encanta la metáfora deportiva para hablar del tema que queremos proponerte hoy –el branding– porque creemos que describe muy bien un proceso destinado a fortalecer una marca que quiere aumentar su valor, tener más claridad en sus objetivos y cómo cumplirlos. Pero, sobre todo, lograr una mejor percepción y conexión por parte de sus clientes.
De hecho, ya la usamos una vez para crear la propuesta de una bebida energética. En esa ocasión, propusimos al cliente un plan de entrenamiento funcional para acompañar al brand journey, que también podríamos definir como el camino de las marcas hacia el éxito.
Esto es básicamente lo que transmitimos a nuestro cliente:
- Para poner una marca en forma hace falta voluntad y constancia: una rutina de ejercicios periódicos que nos permitan vernos como queremos en el menor tiempo posible. Es decir, que hay que invertir tiempo y esfuerzo para lograr objetivos.
- Como en todo plan de entrenamiento, hay que ir de menos a más, no saltarnos fases y rutinas, regresar al punto anterior cuando sea necesario. Se necesita un plan claro, con fases muy claras, y tratar de no saltarse ninguna.
- Nuestra propuesta es un acompañamiento, un entrenador personal que te hable claro y preciso y que, junto a ti, construya algo extraordinario. Un buen branding necesita un buen acompañamiento.
Pues bien, el plan de entrenamiento funcional que toda marca necesita consiste en lo siguiente:
1. Investigación
Antes de empezar a construir, necesitamos entender el terreno, conocer el mercado, saber qué están haciendo los demás y conocerte un poco más a ti mismo: qué cosas has estado haciendo bien para seguir haciéndolas y cuáles necesitas mejorar. Los datos duros siempre ayudan a prepararse mejor y acortan otros caminos, ahorrando el ensayo-error al máximo, y puede provenir de estudios de mercado, benchmarks, diagnósticos, entre otras herramientas.
2. Definición de los pilares de tu marca
Aquí realizamos la reflexión más profunda sobre la marca para crear una personalidad única, alineada con la misión, visión y valores (Si uno de los valores de tu empresa es “honestidad”, tenemos que hablar –léelo–), que guiarán todas tus acciones. En esta etapa, lo más importante es buscar o clarificar lo que te hace único: tu propuesta de valor. A partir de ahí, creamos una identidad, una forma de definirnos (el pitch), una forma de hablar, un estilo, tono, etc. (la línea editorial); definimos qué historias vamos a contar (storytelling o narrativa) y a quién se va a dirigir toda esta comunicación (buyer persona).
3. Diseño de identidad
Una vez que tenemos claros los pilares, es hora de ponerle nombre y cara a la marca. Del naming ya te hablamos en un post anterior –Lee: La importancia de llamarse Ernesto (si el IMPI te deja)–. También es muy importante el diseño de identidad visual, que es como elegir tu equipo de entrenamiento y tu look deportivo: debe ser funcional y reflejar quién eres. Esto incluye la creación del logotipo, la selección de la paleta de colores y la tipografía. Todo esto debe quedar plasmado en un manual de marca que establece las normas de uso de estos elementos para asegurar coherencia y consistencia. Las bases gráficas son los detalles que completan tu look y hacen que te veas bien en todo momento.
4. Estrategia de marketing
Aquí planificamos tu entrenamiento de marketing. Definimos cómo, cuándo y dónde comunicarás tu marca para maximizar su impacto y alcance. Esto incluye la creación de un plan de medios que especifica los canales adecuados y las tácticas necesarias para alcanzar a tu público objetivo. Además, desarrollamos un concepto creativo que guiará todas las campañas publicitarias, asegurando que los mensajes sean consistentes y efectivos para resonar con tu audiencia.
5. Implementación
Ahora, es momento de sudar la camiseta y poner todo en práctica. Durante la implementación, se van a desarrollar y aplicar las herramientas necesarias para cumplir tus metas, como el website y los materiales gráficos y editoriales. Esto forma parte del set up indispensable para poner en marcha las campañas propuestas en el plan de medios (Lee: Tips para evitar tener que apagar incendios innecesarios).
6. Evaluación, ajustes y, si es necesario, rebranding
El branding no termina con la implementación. Es una carrera de fondo* en la que de vez en cuando hay que pararse para mirar el camino recorrido, evaluar el estado de nuestra marca y pensar si tenemos que modificar la ruta para llegar a nuestra meta, que es estar aquí dentro de 20, 30 o los años que haga falta.
“Si no eres una marca, serás una mercancía”. Philip Kotler
*Y para carrera de fondo, la del simpático pez globo que, conocedor de la importancia de un buen branding, pasa una semana completa escarbando con sus aletas y su pequeño cuerpo para crear un diseño concéntrico y elaborado en la arena con la única finalidad de atraer a una hembra y reproducirse. Pero tanto el pez globo como nosotros, sabemos que este trabajo de crear algo original, diferente y especial, merece mucho la pena.